Santiago en lágrimas
Iba en Hernando de Aguirre llegando a Pocuro,
Paré en la luz roja y había un tipo que vendía flores....
Lo vi y me puse a llorar como la lluvia de verano...
De la nada y torrencialmente.
No sé cuántas cosas mezclé en la imagen del florista.
Si las flores que le di esa vez, o las que esperé,
en vano, que él me diera después.
Tal vez vi el amor que no tengo,
o la muerte real que anhelo...
El tipo de las flores no se paró en mi ventana.
Me saqué los anteojos empañados
y mi alma no podía respirar.
Pusieron luz verde y pasé casi de inmediato de la detención al movimiento
pasando de neutro a D (directa).
Mi alma seguía en pausa, pero pude acelerar el auto...
Era raro. Lloraba porque no tengo norte, ni lugar,
y al mismo tiempo podía manejar,
obedecer reglas y tener una ruta...
¿Dónde hay un manual eficaz e internacionalmente validado,
como la luz verde y la roja,
que explique cómo conducir adecuadamente la vida,
cuando se queda sin ganas?
Foto: de mi autoría, con mi cel, 18 de julio de 2007, provi con Holanda.
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