domingo, 9 de septiembre de 2007

Un té de preguntas, con dos de azúcar



Un té de preguntas, con dos de azúcar


Él me acompañó a Viña para ayudarme en la mudanza

Del departamento que ya no puedo pagar,

y vio mis píldoras.


No dijo nada, no dije nada.

Tras embalar muchas cosas, nos sentamos a tomar un té...


Él me preguntó qué me pasaba, señalando los remedios, y yo le dije: “estoy enferma”.

Él preguntó qué me dolía y yo le dije: “el alma”.

Él preguntó de nuevo: “¿Pero a qué le tiene tanto miedo?”.


Y entonces ese pánico a un futuro sin trabajo, sin amor, sin dinero, sin esperanzas...

Se hizo un llanto que parecía sacado de una tormenta marina.


Me paré avergonzada y ofrecí más té,

Mientras iba a la cocina con los ojos inundados...


Él no sabía qué hacer,

Y aceptó uno, con dos de azúcar.


Foto: Tomada por mí, en el lugar de los hechos, con mi cel, pero un tiempo después...

No hay comentarios: